Uno de los principales motivos por los que algunos consumidores no se deciden a comprar online es el lugar donde van a parar sus datos, ya que consideran que no están protegidos
El comercio online se mantiene en un claro crecimiento continuo en los últimos años. Los expertos del sector aseguran que seguirá creciendo en los próximos tiempos pero aún hay gente que se muestra reticente a realizar compras online por un motivo particular: la seguridad de sus datos. Y es que existe una creencia extendida que, la información que vertimos en la web puede acabar en manos malintencionadas. Por no hablar de la certeza de que, algunas empresas utilizan nuestros datos para reenviarnos un sinfín de emails para nada relacionados con nuestra compra.
Pero volviendo al tema de la confianza, existe un estudio que revela que el 71% de las personas encuestadas se siente preocupada por la forma en la que los comercios electrónicos tratan la información personal que les ofrecen a la hora de tramitar una compra en sus webs. Por otro lado, el 45% de los consumidores preguntados aseguran sentirse muy preocupados. Por lo que estamos hablando de unos datos que deben ser tenidos en cuentas para mejorar la imagen de los eCommerce de cara al público.
También se les preguntó si muestran el mismo recelo cuando ofrecen sus datos personales a tiendas físicas y la respuesta fue que no, ya que consideran que hay que estar más alerta cuando los datos están en internet. En este aspecto, los consumidores piensan que la red es el problema de la privacidad de sus datos porque está más abierta y menos protegida que en el entorno físico. En otro orden de cosas, si hablamos de compras a través del móvil, la preocupación de los usuarios también se mantiene, pero en menor grado (56%). Y es que, aunque algunos no son conscientes de que estos dispositivos también están conectados por internet, los hay que ven la misma problemática con su información.
Situaciones comprometidas
Para comprender el miedo de los consumidores debemos entender qué situaciones les han llevado a pensar así. Los compradores creen que hay ciertos aspectos del entorno online que pueden perjudicarles. Como, por ejemplo, la existencia de hackers que puedan obtener algún tipo de beneficio con los datos de su cuenta bancaria. No es la primera vez que algún pirata de internet ha logrado acceder a un sistema de seguridad ineficiente y ha obtenido información de usuarios, ya sean contraseñas privadas, números de teléfono o de cuentas bancarias. Esta eventualidad es la que más preocupa a los usuarios a la hora de comprar en internet. La existencia de estos fallos, algunas veces humanos, no ayuda a que los consumidores depositen su confianza por completo. Es necesario mejorar estos aspectos para que nuestros clientes se sientan seguros operando en nuestro negocio.
Con la aparición de nuevas formas de acceso a nuestra información, también se elevan los temores de los usuarios. Por ejemplo, la posibilidad de acceder a través de la huella digital es uno de los aspectos que más preocupa. Y es que los usuarios piensan que sienten que se está erosionando su intimidad con esta forma de acceso.
Pero, el aspecto que más preocupa son las acciones que se llevan a cabo con los datos personales, especialmente cuando se ponen en marcha nuevas campañas publicitarias. Los usuarios creen que las marcas utilizan sus datos personales en su propio beneficio. Por eso no son proclives a compartir demasiada información a través de la web y, en ocasiones, las compras online se ven interrumpidas por la necesidad de ofrecer muchos datos y la reticencia de los usuarios a publicarlos.
En esta línea, otro de los problemas que supone para los usuarios es la cantidad de publicidad que les llega una vez han dado sus datos personales a una determinada marca. Esta preocupación se centra en un público más joven, que siente que invaden su intimidad ofreciéndoles productos que no desean comprar. Por ello, el 44% de los encuestados perteneciente al sector millennial asegura que utiliza programas que eliminan cookies y aplicaciones antirrastreo para evitar que sus datos se propaguen y lograr estar a salvo de anuncios publicitarios.
Y es que aunque la tecnología ha sido creada para otorgarnos muchos beneficios y mejorar aspectos de nuestra vida, en ocasiones, el impacto que genera se traduce en desconfianza por la vorágine de información que contiene. Las empresas online se encuentran con el reto de lograr que sus clientes no se sientan amenazados y confíen en ellos, por lo que es necesario que mejoren sus sistemas de seguridad y eviten políticas publicitarias que utilicen datos de usuarios sin su permiso.
Esther Boix Alarcón
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