Nos comemos la red!!

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Es indiscutible que ambos términos están de moda: Gastronomía y Redes Sociales. Nos las encontramos en todos los formatos, se ligan en diferentes estructuras y se complementan e interactúan cada día más.

La reciente nominación del mejor restaurante del mundo: El Celler de Can Roca, de los hermanos Roca, no hace sino engrosar la larga tradición gastronómica que se ha ido desarrollando desde hace tiempo en nuestro país. Ya fue abierta la caja de Pandora en el momento de mayor auge de El Bulli, con Ferrán Adriá como primer espada y Gurú que ha sabido maridar de las manera más fina la innovación, la tecnología y la gastronomía, como nos ha demostrado siempre. El desarrollo de las nuevas tecnologías así como la movilidad y diversidad de dispositivos a través de los cuales siempre permanecemos conectados y la “madurez en las redes sociales” que vivimos actualmente, hace que el usuario necesite una diferenciación más clara, una desinfoxicación general y una súper-especialización en aquellos temas que le son interesantes, formar parte de algo más definido que ayuda como caldo de cultivo a aquellas redes sociales de nicho: Para todas las aficiones.

El 96% de los internautas españoles de entre 18 y 55 años tienen un perfil abierto en Facebook, según un estudio elaborado por IAB Spain. Además, un 64% usa Youtube, un 46% tienen Twitter y, entre los jóvenes de 14 a 17 años, un 41% está también en Tuenti. Foursquare, Instagram, Pinterest, Google+ o LinkedIn, pero existen otras redes sociales donde quizás puede resultarte mucho más fácil encontrar contenidos acordes a tus intereses.

Sin duda a parte de una necesidad del usuario también se trata de un gran negocio tanto para: Los inversores que busquen financiar proyectos en los que posteriormente puedan tener una  ”fácil” y fructuosa salida, como para aquellos gigantes que tratan de hilar cada vez más fino para poder adaptarse a las necesidades, gustos y preferencias de sus clientes maximizando sus beneficios en la inversión. Un claro ejemplo es la compra de Goodreads, recientemente adquirida por Amazon, se estima que por la no desdeñable cantidad de 780 millones de Euros (16 millones de usuarios registrados, 30.000 clubes de libros y cientos de millones de reseñas).

En el mundo de la gastronomía, existen desde las generalistas que se hacen un hueco en el nicho gastronómico como pueden ser: Yelp, Foursquare… Hasta las más especializadas y segmentadas en función del contenido y soluciones que ofrecen:

Cookflat es una comunidad en la que participan personas de distintos orígenes que quieren dar a conocer su cocina tradicional a los invitados que recibirán en su propio domicilio. Funcook, de creación española: permite compartir y consultar recetas y consejos gastronómicos sin necesidad de estar registrado a diferencia de Grouprecipes o Petit Chef.

Mientras que la filosofía de Forkly es diferente: Compartir y comentar lo que comemos. Con relacionadas funciones: Menus,plataforma a través de la cual se pueden adquirir cupones descuento, geolocalizar  y valorar establecimientos, subir imágenes de los platos degustados así como permanecer siempre informado de las modificaciones de menús del día, llevando al mundo online las míticas pizarras de los restaurantes que ofrecen menús del día y Cooqus que se define como un lugar en el que tanto los profesionales como los amateurs del mundo de la cocina puedan compartir sus inquietudes, ideas, noticias y opiniones.

Está claro: El Social Gastronomy ha llegado, y lo ha hecho para quedarse. Los manjares se venderán al mejor postor, la mejor receta hará las mieles de los más sibaritas usuarios interesados en comunicarse difundiéndose a través de las diferentes plataformas que están en desarrollo y se desarrollarán.

Fuente: Expansión, Genbeta, The Gourmet Journal

Autor: Juan Font (Ex-Alumno Master Foro Economía Digital)

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